intimo y personal

El 24 fue el día internacional del alzheimer, en principio no tenía muy claro si quería escribir este post, pero creo que en memoria del abuelo Demetrio debo contaros cómo es el, y no digo era, ya que mientras le recordemos no morirá.

El año pasado por esta época mi madre, mi tío y mi abuela, tomaron creo, la decisión mas dura de sus vidas, ingresar a mi abuelo en una residencia geriátrica. pero empiezo a contaros desde el principio.

Las navidades del 2013 mi abuelo empezó a hacer cosas raras, no se quiso quedar a dormir en casa de mis padres, se desorientaba... bueno que fue el principio del fin, después de las navidades el médico confirmo que se estaba empezando a demenciar, he decir que sus dos hermanas han padecido esta terrible enfermedad neurodegenerativa, así que no nos eran desconocidos los síntomas y la evolución aunque no queríamos admitirlo.

El invierno pasó mas o menos con una evolución lenta, tenía algunos momento en los que no era él, pero la mayor parte del tiempo estaba bien, contaba sobre todo anécdotas del pasado.

En junio, yo aún estaba de baja y decidimos estar unos días en el pueblo, en aquellos momento ya si estaba mas ausente, pero entre bromas él volvía con nosotros, recuerdo un comentario que hizo, que quería ver atardecer... y se quedó sentado en el patio aunque le insistimos en que entrara a cenar y cogió frío.

Cuando volvimos a Madrid, él ingresó en el hospital con neumonía y cuando salió su salud cayó en picado.

Estaba ausente todo el tiempo, dejó de dormir por las noche y se quería levantar constantemente, estaba constantemente paseando y con un andador pasaba la aspiradora ( un señor muy limpio), así que mi madre y mi tío se empezaron a quedar a dormir con mis abuelos para que mi abuela pudiera descansar un poco.

Le cambiaron la medicación muy a menudo para ver si conseguía dormir y no único que conseguían era que el tuviera momentos con un efecto rebote y no se pudiera despertar.

Después de las vacaciones como ya he contado tomaron la decisión, ya no le podíamos levantar, ni asear y la comida era triturada...  pero siempre tenía claro quien era mi abuela Amelia....

Allí estuvo ingresado unos meses, las navidades fueron durísimas sin él en casa. Justo después de s las navidades nos llamaron porque volvía a tener neumonía, le ingresaron y su naturaleza dura hizo que remontara la neumonía, incluso nos reconocía en algún momento, pero su cuerpo se estaba apagado poco a poco hasta que el nueve de febrero nos dejó.

De él solo puedo contar cosa buenas pero porque de verdad él era bueno, siempre he sido su ojito derecho, desde pequeña he tenido pasión por él, me iba con él a tomar una caña, a pasear, a escucharle contar historietas... la mili en Alcalá de Henares la he hecho mucha veces!!

No hay día que no me acuerde de él.

Abuelo, nos vemos a la vuelta del camino! Te quiero