El Sábado decidimos junto con unos amigos acercarnos al museo, cogimos temprano el cercanía e hicimos un pequeño viaje al centro de Madrid, Adrián ya ha subido varias veces en tren pero para Guillermo era su primer viaje de forma mas o menos consciente, al principio estaba muy serio pero después cogió confianza y cambió de asiento varias veces.
Ya en el museo había varias actividades, algunas para niños con mas edad y otras para mas peques, teatro, un trenecillo exterior para montarles...
Para los peques fue divertido, se montaron en los trenes, vieron maquetas, simuladores, lo disfrutaron mucho; y después a comer a casita para descasar de tantas emociones.
El Domingo disfrutamos de una comida con los amigos otra vez, compartimos comidas, risas, música y mucha amistad! los niños estuvieron jugando mucho, saltaron en los columpios, jugaron al escondite... y por la tarde a casa a descansar.
Ahora os cuento algunas observaciones de madre neurótica...
- cuando Adrián está muy excitado de jugar con mayores suele tener terrores nocturnos en las primeras fases del sueño, se pone a chillar con los ojos abiertos, le tiembla el mentón y no responde a nuestras llamadas y pasa un mal rato.
- creo que tengo unos hijos muy sensibles y creo que las cosas les afectan mas de los que deben, no saben gestionar o asumir todo lo que les dicen o hacen, y aunque en el momento no exterioricen nada cuando se relajan, sueñan, todo lo que han vivido y que no les ha gustado lo exteriorizan.
Supongo que con el tiempo aprendan a gestionar sentimientos, para eso en breve empezaré con el libro que uso en el centro del emocionario, en otro post os cuento en qué consiste ;)
Por ahora os doy las buenas noches y os pido que compartáis si os ha gustado este post medio reflexión!
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