Aunque una imagen vale mas que mil palabras... os cuento mi experiencia con la lactancia materna.
Mi pequeña fiera acaba de cumplir 17 meses y aún toma teta, es una decisión personal y creo que cada madre hace lo que cree mejor para su hijo, tengo amigas y familia que no han dado pecho y otras que continúan lactando con niños mayores... para gustos colores.
Mi experiencia es diferente con mis dos peques. Adrián tuvo una lactancia mixta, desde el cuarto mes, el niño lloraba mucho y no dejaba de mamar en todo el día, no sé si por mi necesidad o por la de él decidimos introducir un bibe pequeño en algunas tomas, sobre en la de antes de acostarnos, y no porque no quisiéramos darle la toma nocturna, ya que él sólo la había dejado ya, si no porque nos podíamos tirar hora y media con la toma y yo me empecé a agobiar.
Tuve la gran suerte de poder cogerme una excedencia y me quedé con él hasta los diez meses así que él ya comía otros alimentos cuando me incorporé a trabajar y sus tomas diurnas eran escasas, la merienda y cena... a los dos meses de incorporarme el niño empezó a rechazar la toma de la merienda por arrumacos de mami y al poco también rechazó la de la cena, así que él solito dejó de mamar... el primer día que me rechazó fue durísimo.... y las lágrimas estuvieron muy presentes en la cama...
La experiencia con Guillermo es totalmente opuesta, a sido lactancia exclusiva hasta que empezamos a introducir la fruta y verdura, la introducción de otros alimentos fue horrible, y cuando digo horrible me refiero a que el niño no comía nada que no fuera el postre, la teta, y nos llegamos a plantear en si algún día el niño comería algo... pero con mucho esfuerzo y juegos de distracción ( aquí hay que mencionar a la bisabuela Amelia, que como jugona no tiene rival) empezó a comer.
Con Guillermo también pude cogerme excedencia y estuve en todo el proceso de introducción de alimentos y desaparición de las tomas diurnas..... pero las nocturnas, ay! las nocturnas!!!! el tío no se saltaba ninguna, a las seis me levantaba para que él tomara su desayuno y por la tarde cuando llegaba me quitaba la camiseta a tirones.
Además de los varios despertares nocturnos en los que exigía estar con mamá.... pero esa es otra historia....
En definitiva, que mi pequeña fiera a día de hoy sigue con su toma antes de dormir, mucha gente seguro que piensa que es un chupete para dormir, pero el niño en las raras veces que no he estado en casa para dormir no ha necesitado ninguna ayuda para quedarse dormido.
Este tema seguro que trae cola... pero mi intención no es general polémica, si no
dar a conocer mi día a día.
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